De entre la niebla tú emerges,
fantasma de piedra y noche,
en tus pupilas me miro,
sombra que de tul te envuelves.
fantasma de piedra y noche,
en tus pupilas me miro,
sombra que de tul te envuelves.
Y alígeras se disuelven
esas notas de tu nombre
en un lejano susurro
de melodía solemne.
esas notas de tu nombre
en un lejano susurro
de melodía solemne.
Tu visión se desvanece,
huye, vuela, se evapora…
pero un hilo de luz queda
que a ti me ata y me retiene.
huye, vuela, se evapora…
pero un hilo de luz queda
que a ti me ata y me retiene.
Es un espectro silente
tu ya inquietante recuerdo.
Cuando parezco olvidarte
raudo surge y me estremece.
tu ya inquietante recuerdo.
Cuando parezco olvidarte
raudo surge y me estremece.
Tú que ante mí te apareces,
imagen gris, ven y quédate…
¡Que tu aparición es lo único
de él, que a mí me pertenece!
imagen gris, ven y quédate…
¡Que tu aparición es lo único
de él, que a mí me pertenece!
Macarena Díaz Monrové ©