Que me
liberen tus palabras,
que
vengan a mí… que vengan
una
mañana, como antes,
y que
no sean recuerdo…
Que me
liberen tus palabras,
disueltas
en la bruma nítida
de tu
alma envolviéndose en la mía…
Soy una poeta cuya locura es el sentimiento… No te pido que me comprendas, porque yo nunca tuve la cordura de comprenderme… Solo siénteme, si quieres…