Yo no puedo evitar que tú llenes mis días
con tu sola presencia, con tu mejor sonrisa,
con la luz de tus ojos que todo lo iluminan,
y que seas tú solo la razón de mi vida.
Yo no puedo evitar vestir de azul mi mundo
con este cielo envuelto con un haz de
susurros,
con tu voz emergiendo de mi mente en
murmullos,
y ver que todo cambia con un recuerdo tuyo.
Sigue en lucha mi mente, mas no puedo evitar
ser de
tu imagen presa, no dejar de soñar
con tus labios, tus manos, y estas ganas de
amar
a lo que solo es en mi vida otro sueño más.
No, no puedo evitar servir al sufrimiento
saber que esta ansiedad que llevo tan adentro
lleva de ti tu aroma, todo por lo que muero,
y ser una vez más hoja arrancada al viento.
Y sentir al final todo este fuego helado
recorriendo mis venas, al deseo velando,
dejando a un corazón ya de latir cansado
y a un alma que a ti nunca te habrá evitado.