miércoles, 6 de mayo de 2015

El río

Como el río sus aguas agitando
llega a la eternidad del  ancho mar,
mi vida  entre las ramas y las piedras
hacia ese extenso mar también  huirá.

Y entre las dos orillas llevaré
un amor que jamás descansará,
un amor que mi espíritu desborda
y que no deja a mi razón pensar.

En su irrealidad y el inconsciente
todos los pensamientos barrerá
porque de sentimientos sólo entiende
la locura que busca tu mirar.

Seguirá su febril carrera el río,
como yo seguiré rumbo hacia el mar,
y en el lejano abismo de los tiempos,

aún allí, mi amor te esperará.

Macarena Díaz Monrové


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