No ha parado la
tierra en su frenético
y loco deambular…
No ha parado el
viento de chocarse en los cristales
de mi habitación…
No ha parado
esta luna de alumbrar mis manos
acariciándote entre
versos…
No han parado
las sombras de cubrirme con el manto
de la soledad…
No han parado
las lágrimas y esta desesperación
de desgarrarme
el alma página a página…
No han parado de
caerse las hojas para decirme
todo lo que ya
nunca volverá…
No he parado de
caminar viendo tu mirada
renaciendo con
el día cada mañana…
No he parado…
No, no he parado,
cansada, agotada
para que no me quedara
ni un momento
libre para recordarte…
No he parado de
acercarme más a ti
mientras más quería
alejarme…
Y despierta o
durmiendo
no he parado de
soñarte de noche y de día…
No, yo nunca he
parado de quererte
ni un solo
minuto …
Macarena Díaz Monrové