Ven, acude a mí…
necesito la luz que te acaricia el
alma,
necesito tu mirada de amaneceres y
sueños…
Ven, acude a mí…
como cada noche
desde que me enamoré de ti…
Lejos estás de este sitio de soledad
donde me encuentro,
pero cuando duermes tú llegas hasta
aquí,
entre tules de luna y estelas del alba,
y en tus ojos de locura y ensoñación
me pierdo yo…
Y te acaricio con letras y versos,
y ante mí apareces,
poesía que te me desbordas por mi alma,
por esta vida y por todas estas noches
en las que desesperadamente yo te
llamo,
te amo y espero… hasta que un día
al fin seas tú realmente,
y no solamente tu recuerdo,
quien llegue
hasta esta alma que besa el cielo
cuando frente a frente se estremece en
tu mirada…
Ven, acude a mí…
Ya la luna te espera en mi ventana,
duermes, y tu imagen está llegando
hacia aquí…
He ido dejando versos hasta mi camino,
síguelos…
que mi alma te necesita hoy más que
nunca,
y mi corazón se desata ante tu llegada…
Ven, acude a mí…
como cada noche
desde que me enamoré de ti…
Macarena Díaz Monrové
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