miércoles, 19 de noviembre de 2014

Cuida...

Qué lejos está de mí…
tanto como la felicidad…
Qué lejos su mundo, sus ilusiones,
sus sueños, ya siempre lejos de mí…
Qué lejos y qué adentro este dolor
de saber que pese a todo
nuestras tercas almas son solo una…
Viento, tú que acaricias sus mañanas,
cuida de sus manos de libertad,
de sus ojos como el mar rompiendo en el cielo,
de sus labios de ansia y locura,
cuida de sus pasos y su camino,
cuida de su fantasía, de su vida,
cuida de su alma que lleva a su lado
también la mía…
y haz que nunca me olvide…
Cuida, viento, de quien es todo para mí…

Macarena Díaz Monrové 


2 comentarios:

  1. Hermoso y conmovedor poema. Confía en el viento, Macarena, al fin y al cabo, el viento es la sublime estela que sabe anudar las ilusiones y los sueños de dos almas a un único corazón. El viento es el estrato etéreo de la corteza terrestre. Ondea las miradas uniéndolas en el deseo, las palabras uniéndolas en el beso y los suspiros uniéndolos en el amor. Porque sobre sus raíles circulan las nubes, que no son más que globos henchidos de suspiros. Nubes que precipitan amor, pero que pincha el sufrimiento para beber de sus lágrimas. Viento es también el árido espacio que separa un abrazo, como el que yo te mando, del que espero, te llegue al menos un esbozo.

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  2. En el viento de la poesía me han llegado tus palabras envueltas en un abrazo... el tuyo, y yo te envío otro abrazo,envuelto en la luz del agradecimiento por tan hermosas palabras, que siempre me emocionan...

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