Caminante somos todos, a un sueño perseguimos, andar y andar tras él, ese es nuestro destino…
Algunas veces la vida nos pone ante esa senda estrecha que se divide en dos, muchas de esas veces nuestra mente se aturde ante la difícil decisión, pero cuando el mundo se cierne en un camino, en el otro se abre con la ilusión y la libertad de nuestra propia determinación.
Cuando pisamos con firmeza ese camino que hemos escogido ya, el otro se ha de olvidar, ¿para qué recordar esa otra senda que quedó ante el velo de la oscuridad, para qué acordarse de lo que ya no se ha de andar?
Camina sin miedo y con la confianza que da tu voluntad y no mires hacia atrás, aparta las dudas como piedras del camino, hoy en el cielo brilla el sol para ti, con la luz que te da el haber escogido tu propia decisión, la tuya y la de nadie más, y coge la esencia de estas palabras de Machado, que hoy son sólo para ti “caminante, no hay camino, se hace camino al andar”.
Como una bella premonición de que todo irá muy bien, hoy ha habido quien incluso ha aplaudido tu decisión, esos que se han sentido tan orgullosos de que no los has dejado atrás, ellos, con su actitud han demostrado que te quieren, yo los entiendo a ellos, porque cómo no quererte a ti. Quédate con ese cariño que te han brindado a ti, a ese sevillano en Madrid, quédate sólo con eso, que es lo que más importa en realidad… Quédate con esas “estelas en la mar”.
