viernes, 28 de noviembre de 2014

Para ti escribo yo

Para ti escribo yo,
nube de tempestad que te deslizas
por entre mis manos…
Para ti,
y tu mirada de lejanos cielos
que se desesperan al alba…
Para ti,
y tu alma de luna e infierno;
para tu sonrisa y tu indiferencia;
para tu abrazo y tu lejanía.
Para ti escribo yo,
para tu terquedad de noche deshabitada;
para tus pies que agitan soledades
en tus pasos hacia horizontes perdidos de mí;
para tus manos,
que como aves vuelan hacia la oscuridad
de mis lágrimas.
Para ti escribo yo,
para acariciarte el alma,
como nadie más que yo lo hará…
Macarena Díaz Monrové


miércoles, 26 de noviembre de 2014

Ángeles, estrellas, ramas...

Ángeles, estrellas, ramas
que ocultan la noche
y se recrean en la insolencia
de tu recuerdo sobre la luna.
Libre bohemia que baila en tu mirada,
y se inspira en esta locura
de cadencias discordes
que siempre resquebrajan mi corazón
en estelas radiantes de ti.
Ángeles, estrellas, ramas…
sueño que te espero,
y esperándote
me despierto sin saber
si algún día podrás verme
desde la luna lejana de tu alma…

Macarena Díaz Monrové



lunes, 24 de noviembre de 2014

MÁS ALLÁ

Más allá en las estrellas,

donde el cielo


en cascadas se desborda,


allá, allá muy alto


donde la igualdad nos envuelva


entre las nubes y el hielo,


donde no quede más que el alma


y todo lo eterno.


Allá, allá muy lejos


sin horas, ni fechas, ni tiempo…


Quizá entonces,


en amor el alba deshecho,


¿podrás sentir por mí


lo que hoy no es más

que un sueño?


Macarena Díaz Monrové ©

viernes, 21 de noviembre de 2014

Finalista en nuevos certámenes

Muy contenta de haber resultado finalista en el II Certamen de microrrelatos “Por aquí pasa un río” y de tener un poema seleccionado y diploma en el Certamen de micropoesía Arcos en la nube.
 

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Cuida...

Qué lejos está de mí…
tanto como la felicidad…
Qué lejos su mundo, sus ilusiones,
sus sueños, ya siempre lejos de mí…
Qué lejos y qué adentro este dolor
de saber que pese a todo
nuestras tercas almas son solo una…
Viento, tú que acaricias sus mañanas,
cuida de sus manos de libertad,
de sus ojos como el mar rompiendo en el cielo,
de sus labios de ansia y locura,
cuida de sus pasos y su camino,
cuida de su fantasía, de su vida,
cuida de su alma que lleva a su lado
también la mía…
y haz que nunca me olvide…
Cuida, viento, de quien es todo para mí…

Macarena Díaz Monrové 


NO TE VI...


Un día te encontré en mi vida,
pero tu luz deslumbró mi ciega mirada
y no te vi.
Un día se cruzaron nuestros caminos
pero desvié mis pies fuera de la senda
y no te vi.
Un día tu calidez me abrazó,
pero  mis ojos se habían helado de invierno  
y no te vi.
Un día que el frío de mí se perdió,
un día que al fin encontré mi camino
y mis ojos se adaptaron a tu luz,
un día que mi alma buscó la tuya
tu ausencia se cernió sobre mí
con el peso de mil mares de olvido
y no te vi…

Macarena Díaz Monrové


martes, 18 de noviembre de 2014

De tanto como te he amado

De tanto como te he amado
tengo ahora en mi pecho un vacío tan grande,
una angustia que se desprende de la tarde
para venir a caer como una hoja
sobre mi alma y su suelo de secas raíces muertas.
De tanto como te he amado
ahora la luna se asoma al balcón de mis ojos
y se derrama hasta mis manos
y allí tiembla para hacerse letra, verso y lágrima…
De tanto como te he amado
ya solo me queda desear tu olvido,
sabiendo que en ese deseo
se esconde el recuerdo inconsciente
de saber que aún te quiero.

Macarena Díaz Monrové 


sábado, 15 de noviembre de 2014

FLORES

Deposité ante tus ojos
las flores más hermosas
que de mi alma nacían,
acaricié tu cielo con las alas
de los ángeles tristes
que se escondían y te aguardaban
entre las letras de la niebla.
Fuiste madrugadas de lunas rotas,
alba de silencios en gritos de versos.
Pero nunca entendiste
que el amor más inmenso cabe
en una sola de aquellas flores
de tinta y de rezo
que pisoteaste
entre las hojas secas de tu invierno.
Fuiste conmigo rama
de esquelético y mortecino sentimiento…
viento de lágrima devastador de sueños,
que arrastras hasta la nada
de la que se alimenta tu alma…
Adiós, invierno que arañas y arrebatas los campos
que a mi vida mecen;
las flores de mis manos no nacieron
para ser devoradas por el huracán del odio,
sus pétalos de lunas, silencios y melancolías
son solo para los ojos donde habitan
el amor, la primavera, la poesía… 

Macarena Díaz Monrové