lunes, 11 de junio de 2012

Las luces de la ciudad




Las luces de la ciudad,
y la noche que la envuelve,
me dicen que tú no estás.

Tras cada visión lejana,
luminosa ensoñación,
te busco entre sombras yo.

Gentes en la lejanía
y entre ellas no estarás tú;
y busco otra vez tu luz
entre esta niebla cerrada,
entre estrellas apagadas,
y no hallo  tu alma de amigo
en cada alma y cada rostro
que al acercar desconozco.

Las luces cada vez más
y más lejos y el recuerdo
que se acrecienta de nuevo…

Las luces de la ciudad,              
 no me dicen que tú estás…
¡Gritan que siempre estarás!


              A ti, amigo, esperando que algún día regreses.

domingo, 3 de junio de 2012

Allá donde el cielo dibuja...



Allá donde el cielo dibuja
alas de seda entre soledades,
allá de horizontes cercados
por altas murallas de hielo,
donde el insomnio vuelca su mundo
de melodía informe.
Allá, mucho más allá,
de inviernos y miedos.
Allá donde no llegan
las palabras ni sus latidos.
Allá donde los sueños no son más
que vaivén de aguas y olvidos.
Allá, allá lejos,
donde ya sólo sea
espuma de mar,
flotando entre dos abismos.

sábado, 5 de mayo de 2012

A mis bohemios ( Espe, Cristi, Manolo, Pilar, Sampi, Iván, Juani Y María)


Hay en mi Sevilla un patio
que hace años se cerró;
las puertas ya no se abren,
mi alma allí se quedó.

El viento que estremece
tan raudo y tan veloz
me trajo entre susurros
vuestra añorada voz.

Recuerdos  entre risas
que el tiempo no borró;
tanto es lo que yo os quiero
que vuelve esta emoción.

Una tarde jamás
tuvo tanta ilusión
como aquellas alegres
horas de clase al sol.

Amigos que prendidos
estáis al corazón,
vais en cada latido
que vida devolvió.

Hay en mi Sevilla un patio
que esta amistad guardó,
y aunque sus puertas cierren,
siempre allí vuelvo yo.

viernes, 17 de febrero de 2012

176 aniversario del nacimiento de Gustavo Adolfo Bécquer

Hoy es el 176 aniversario del nacimiento de una de las personas más importantes en mi vida, el poeta Gustavo Adolfo Bécquer. Él, con sus palabras, con sus sentimientos, siempre ha formado parte de mí, y de tantos que, como yo, sentimos tan honda admiración y cariño por este sevillano universal que cambió el rumbo de la poesía de la literatura española. 176 años de los que él sólo vivió 34; 176 años que se irán sumando a lo largo del abismo de los tiempos, porque él, su obra y sus sentimientos siempre seguirán vigentes en todas las generaciones venideras, por toda la eternidad.