lunes, 13 de agosto de 2018

Un sueño sólo...


Un sueño sólo…

El viento sacude las ramas desnudas,
las hojas secas arremolinan su moribundo sonido
sobre el gris suelo de la nostalgia.
La soledad vuela de tejado en tejado
y deja su hielo en las chimeneas apagadas
de los amores olvidados.
A través de los muros de mi alma
sombras traen su recuerdo
entre el frío de mis brazos…
Fue sólo un sueño…
Un sueño sólo…                
Su voz, su mirada, aquella mirada…
Pero su abrazo de brisa y paz
me hizo despertar
de la cárcel del olvido,
y fuiste tú, TÚ…
¡Tiñendo de azul
la niebla de la mañana!


Macarena Díaz Monrové